El 19 de julio de
1938 el comité pro cantonización de Quevedo le dirigió carta al general
Enríquez Gallo, Jefe Supremo de la Republica, en la misma se desatacaba lo
siguiente:
“los suscritos, interpretando el sentir unánime
conglomerado (en)
esta parroquia, solicitamos Cantonización de ella. Esperamos aréis justicia a
uno de los pueblos más ricos y uno de los más olvidados (…) Así como se impone
en los hombres el progreso personal, igual derecho corresponde también a los
pueblo (…) desde su fundación hasta la presente, no tiene ni siquiera un edificio
propio en condiciones de higiene indispensable para educación de nuestro hijos; un parque u otra
obra… (…) solo de esta manera podemos salvar a nuestra población del peligro
inminente a desaparecer en la estación
de invierno, llevando a cabo el trabajo de un muro de construcción
solidad, en toda la extensión de las calles que se desprende el malecón, como
defensa; en este orden, varias obras de importancia, como es luz eléctrica,
desagüe para el saneamiento higiénico, etc.”.
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